Fue a principios del siglo XX cuando se vivió la verdadera revolución educativa, o como se llamó entonces, revolución metodológica, empezando a proliferar métodos educativos asociados a la Escuela Nueva que concebían la educación de una forma completamente opuesta a la rigidez con la que se vivía la educación hasta ese momento en Europa.
Uno de estos nuevos métodos educativos, y el que vamos a ver con detalle en este post, fue el Método Montessori. Creo que es interesante tratar este tema porque desde hace unos años se viene hablando de la revolución educativa, y quizá estaría bien estar al tanto de las metodologías educativas de las que disponemos, desde hace más de 100 años, para que no olvidemos que además de la escuela tradicional disponemos de otras muchas alternativas que posiblemente respondan mejor a nuestras demandas educativas.
¿Preparados?
El Método Montessori recibe su nombre por su creadora María Montessori, primera mujer que se graduó como médico en Italia. Durante su práctica médica, realizó diversas observaciones clínicas que le llevaron a analizar cómo aprenden los niños, empezando así en 1902 sus estudios de pedagogía, psicología experimental y antropología.
En 1907 fundó su primera “Casa de Bambini”, convirtiéndose ésta en el origen de su método educativo. Hoy en día mucha gente sabe de la existencia de este tipo de métodos educativos, pero realmente no son conscientes de los principios pedagógicos en los que se fundamentan. A continuación, vamos a ver los principales principios, valga la redundancia, o ideales pedagógicos en los que está basado el Método Montessori:
- En primer lugar, consideran que el niño aprende a hablar, escribir y leer de forma espontánea. Consideran que los niños absorben como “esponjas” toda la información que requieren y necesitan para su actuación en la vida diaria.
- Se basa en las tendencias naturales del ser humano y en las características cambiantes de los niños a cada edad.
- El método rechaza por completo las técnicas “rígidas” que en ese momento se utilizaban en Europa, y basa sus ideas en el respeto al niño, además de en su capacidad de aprender.
- María Montessori consideraba a los niños la esperanza de la humanidad, por eso les daba la oportunidad de aprender y utilizar la libertad desde los primeros años de desarrollo. De esta forma, ella creía que el niño al alcanzar la edad adulta, sería capaz de hacer frente a los diversos problemas cotidianos.
- Otro punto importante de este método, y que en alguna ocasión he mencionado en mis posts, es la importancia del aprendizaje por descubrimiento. Montessori consideraba que había que ayudar al niño a descubrir a través de los sentidos, en un ambiente preparado para ello y utilizando la observación científica de un profesor preparado.
- Pero quizá su principal ideal pedagógico era la idea de cultivar el deseo natural por aprender. Por eso existían varios grados y en cada grupo podían convivir diversidad de edades, en ocasiones hasta tres edades en una mismo aula, de esta manera los niños mayores ayudaban a los pequeños, así se evita el exceso de competitividad y se fomenta la cooperación entre los alumnos.
Por tanto, y basándonos en estos ideales pedagógicos, podemos señalar que los principios básicos que caracterizan este método son la libertad, la actividad y la individualidad. Sin olvidar otros aspectos tratados por el método como son el orden, la concentración, el respecto por los otros y por uno mismo, la autonomía, la independencia, la iniciativa, la capacidad de elegir, el desarrollo de la voluntad y la autodisciplina.
El Método Montessori en la práctica
Pero, ¿cómo se llevan a la práctica estos ideales?
Montessori no incita a la competencia entre los compañeros, en cambio, se respeta y valora el logro de cada niño en su momento y ritmo oportuno.
Respecto a la organización del aula, el silencio y la movilidad son los elementos indispensables de esta metodología. Los alumnos pueden mover sus mesas, agruparlas o separarlas según la actividad, de hecho, en los centros que desarrollan este método, el mobiliario suele estar adecuado al tamaño y necesidades del niño.
Como todos sabemos, el principal objetivo de la educación es que los niños alcancen el mayor grado posible de independencia física y mental. Para alcanzar este objetivo, el método ofrece a los alumnos un entorno en el que puedan desarrollar al máximo su curiosidad innata. Este entorno debe permitir libertad de movimiento dentro del aula y en la escuela.
La idea de libertad también está muy asociada al hecho de que se permite a los alumnos escoger el trabajo que deseen realizar en cada momento.
Se utilizan materiales específicos con los que los alumnos puedan pasar de lo concreto a lo abstracto a su propio ritmo. Materiales de matemáticas, lengua, geometría, música, etc. Un punto importante respecto a este tema es que se procura evitar las limitaciones de tiempo en el uso de los materiales, de forma que esto ayude a alcanzar altos grados de concentración.
Por último, me gustaría mencionar el papel del maestro en este tipo de metodología. Su rol principalmente es el de guía. El maestro presenta diferentes materiales y trabajos posibles, tomando el papel de observador y procurando reducir el mínimo las intervenciones en el aula, confiando así en la voluntad natural de trabajo de los alumnos.
En próximos posts seguiremos viendo otros métodos de educación alternativa, para así poder tener una visión global del panorama educativo que existe actualmente.