Hemos entrado en la primavera y los padres empezamos a pensar en aprovechar los días de Semana Santa y Pascua para salir al campo. Es un buen momento para disfrutar de la naturaleza, realizar actividades al aire libre y de entrar en contacto con los paisajes que nos muestran sus olores, colores y sabores con fuerza.
Estas vacaciones escolares de los niños nos permiten estar más tiempo con ellos y son una buena excusa para planificar salidas al monte y a los pueblos. Lugares donde podemos descubrir con los niños no solo la biodiversidad de cada rincón, sino apreciar lo que nos aporta la madre naturaleza y la cultura rural.
En España la tradición de salir en Pascua al campo está muy arraigada en el área mediterránea y tiene un sentido relacionado con las prácticas agrícolas y rurales, donde comer la mona de Pascua y empinar una cometa forma parte del programa familiar. La mona es de origen musulmán, simboliza un regalo que hacían a sus señores y se suele consumir durante la merienda de los días de pascua acompañada de longaniza siendo costumbre cascar el huevo en la frente de otra persona. Tradicionalmente el padrino regala la mona a su ahijado el domingo de Pascua . El lunes de pascua es tradición que se reúnan varias familias o un grupo de amigos y que vayan a comer la mona juntos a algún lugar al aire libre.
Sin embargo, parece que estas salidas al campo se diluyen el resto del año y especialmente dedicamos nuestro tiempo con los niños en este periodo de Pascua y las vacaciones de verano.
Algunos especialistas han investigado sobre los beneficios sociales de salir a la naturaleza con los niños. Heike Freire , psicóloga ambiental nos anima desde su blog Educar en Verde a disfrutar del contacto con la naturaleza con los niños. Y para ello se fundamenta en investigadores que han estudiado los benéficos de estar en contacto con la naturaleza. Entre otros beneficios podríamos destacar:
-Los niños que juegan con regularidad al aire libre desarrollan más sus habilidades motoras de coordinación, equilibrio y agilidad, y caen enfermos con menor frecuencia
-La naturaleza ayuda a los niños a desarrollar su capacidad de observación, su creatividad y les proporciona una sensación de paz y unidad con el mundo
-La naturaleza mejora el desarrollo cognitivo ampliando la auto conciencia, la capacidad de razonamiento y de observación
-Jugar fuera estimula todas las capacidades infantiles mucho más que los espacios cerrados
Creo que son suficientes razones científicas para salir más a la naturaleza con nuestros hijos, a la vista de los beneficios que reporta para padres e hijos. Esto puede ser una llamada de atención para que procuremos salir más a la naturaleza con los niños, evitando el exceso de actividades en entornos cerrados y urbanos.
Tal vez además de salir en pascua a realizar actividades al aire libre, deberíamos plantearnos los padres salir de forma más continua a lo largo del todo el año, como hacen las familias de otros países europeos donde el bienestar social de la familia aumenta cuando se sale de forma más regular al aire libre, practicando deportes o simplemente descubriendo de forma lúdica los tesoros que nos ofrece la naturaleza…
Vamos a salir en Pascua a la naturaleza, pero repitamos esta experiencia durante todo el año. Todos lo agradeceremos.