Nos imaginamos sus ojos, su perfil y hasta el color de su piel . El sueño de toda madre es tener un hijo de capacidades normales, lo cual no sucede con un pequeño con síndrome de Down. Y aunque es motivo de aflicción en un principio, no tardamos en disfrutar de tener en casa un «niño tan especial».
¿Qué cuidados son necesarios?
– Al nacer es importante descartar alguna malformación. Son muy frecuentes en estos niños las cardiopatías congénitas y también el hipotiroidismo causado por una deficiencia en la hormona tiroidea.
– La lactancia materna es igual de beneficiosa para ellos. Debemos acercarles el pecho a pesar que no cojan el pezón con facilidad. La idea es que se beneficie de todos sus nutrientes como los otros pequeños.
–Un apoyo necesario es la estimulación temprana. Busca la ayuda de terapeutas físicos y otros profesionales encargados de trabajar con ellos su lenguaje. Si no tienes los medios económicos, también en casa puedes estimularlo.
– Llegado el tiempo de asistir a la escuela, aliéntalo a interactuar con otros peques. La educación inclusiva ayudará a que tu pequeño se relacione y aprenda junto a otros niños de su edad, aunque de manera más lenta. Lo importante es que elijas una escuela con profesores capacitados y ambientes adecuados para su formación.
Muchos niños con síndrome de Down van a la universidad, trabajan y se independizan durante su juventud o en la adultez. Nuestra tarea es motivarlos a seguir superándose, para que más adelante cuando ya no estemos sepan valerse por sí mismos. Suerte.