Según las investigaciones, existen dos causas que originan la dislexia. La primera se debe a la maduración lenta del sistema nervioso y la segunda se relaciona con las dificultades psíquicas que ocurren en el pequeño debido a factores ambientales, lo más frecuente es que el niño se vea expuesto a conflictos en su entorno más cercano.
Hasta el momento se han detectado seis genes que facilitan la enfermedad, sin embargo; no existe ningún estudio definitivo que indique claramente cuál será su incidencia sobre la dislexia, ni qué otros genes aún por descubrir se asocian al mismo tiempo con el déficit de atención e hiperactividad (TDAH), dos trastornos muy relacionados a esta condición.
Para tratar la dislexia infantil es necesario el trabajo en equipo entre maestros y padres de familia. El niño debe percibir el apoyo familiar para corregir sus errores y perseverar.
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