7 reglas de oro para superar los celos entre hermanos

7 reglas de oro para superar los celos entre hermanos 19 junio, 2015
celos entre hermanos

Muchos padres se niegan a reconocer que sus hijos sienten celos ante la llegada de un nuevo hermano. Quieren que su primogénito acoja al hermano pequeño con alegría y devoción. Desean que tengan una buena relación y que ésta se manifieste desde el principio. Dicen a su hijo: tienes que querer a tu hermanito, tienes que cuidarle mucho…

De este modo, algunos niños captan inmediatamente lo que sus padres “esperan de ellos” a partir del momento en que nazca su hermano y, llegado el momento, reprimen sus emociones de celos. A partir de ese momento, puede que se sientan “malos” por odiar a veces a su hermanito. En ocasiones, como no se permiten expresar directamente lo que sienten, pueden volver a comportarse como un bebé, actuar agresivamente con el recién llegado o mostrar un enfado contínuo con la figura de apego.

Como psicólogas y madres pensamos que es importante preparar con naturalidad al futuro hermano mayor y seguir unas pautas básicas para que la nueva llegada suponga un cambio lo más positivo posible para todos.

  1. Lo primero que os recomendamos es validar la emoción que esté teniendo vuestro hijo. ¿Qué es “validar” una emoción? Consite en ponerle nombre y hacerle frente de una forma natural: explicarle que lo que está sintiendo se llama celos y que es normal sentirlos cuando aparece una nueva persona con la que compartir a los que queremos.
  2. Acto seguido, es importante transmitirles que nuestro amor no ha disminuido lo más mínimo, que nuestro amor por ellos es incondicional y que es algo que siempre tendrán, hagan lo que hagan, pase lo que pase. Podemos estar enfadadas o distantes momentáneamente, pero el amor de base está garantizado.
  3. Las comparaciones son odiosas, y entre hermanos aún más, por lo que resulta interesante buscar más bien las diferencias y particularidades de cada uno y hacer ver al hermano mayor que es un persona única y valiosa por su propias cualidades. Por ejemplo: “ me encanta tu risa contagiosa y lo que me río contigo”, “ me encanta tu carita cuando leemos cuentos y que siempre te inventas un final para la historia”, etc… En lugar de: “a ti también te quiero porque también te portas bien”.
  4. Pese a que a menudo tendemos a negarlo, resulta útil más bien afirmar lo evidente: “es cierto que últimamente pasamos poco tiempo juntos”, “ la verdad es que los papás últimamente están un poco cansados y jugamos menos, ¿ verdad?”.
  5. Otro aspecto muy importante es dejarle hablar y expresar su malestar, en vez de defendernos de sus palabras o decirle que no debe sentirse así. Aunque los hechos que nos relata el niño suelen estar magnificados o amplificados, incluso tergiversados, para él es fundamental sentirse escuchado y comprendido.
  6. Pero empatizar no significa ser permisivos con conductas inadecuadas. Mantener normas sobre conductas previas que consideramos importantes más bien darán seguridad y continuidad a nuestro hijo. “Sé que te da rabia que no podamos jugar ahora, es normal cariño, pero no debes empujar a tu hermano porque le puedes hacer daño”
  7. Por último, intentar compartir tiempo en exclusiva con el hijo mayor, haciendo alguna actividad que sea de su agrado y demostrar que nos gusta pasar tiempo junto a él.

Recuerda que los celos son una etapa, pero que habitualmente remiten en el tiempo. Y que, por muy bien que lo hagas, sus celos son su forma de transmitir su natural enfado.

 

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