Cuando vamos a tener un bebé habitualmente esperamos a conocer su sexo para comenzar a decorar su cuarto y comprarle ropa. Y cuando llega ese momento de manera consciente o inconsciente elegimos unos colores u otros dependiendo de si es niño o niña. Algo que no le ha pasado desapercibido a una fotógrafa.
Todo rosa
A JeongMee Yong le llamó la atención que su propia hija de 5 años únicamente quisiera tener tanto la ropa como los juguetes de color rosa. Desde ese momento su interés recaló en averiguar por qué los fabricantes usaban un color u otro según el género del destinatario. Esto le hizo crear The PinK & Blue Project, una recopilación de fotografías de niñas y niños con sus objetos rosas y azules, que se ha hecho viral en la red. Y se cuestionaba a través de ellas la socialización del género, los roles, la relación entre el género y el consumismo, o la globalización de este último.
No siempre fueron los mimos colores
Lo curioso es que esta sexualización del color no tiene tanto tiempo como pudiéramos pensar. Antes de la Primera Guerra Mundial todos los bebés vestían de blanco. Y aunque parezca mentira, el rosa se asociaba con el color rojo, el de la sangre y por tanto la fuerza, y se les asignaba a los niños, y el azul se decía que era más delicado y amable, con lo cual lo vestían las niñas.
Sin embargo no hay una base genética para esta adjudicación de colores. De hecho los niños y las niñas menores de 2 años se sienten atraídos por los colores más intensos como el rojo y el azul, pero no por los colores pastel. Hay algún estudio que podría indicar la preferencia de las mujeres por los rojos, lilas y rosados y que vendría de los trabajos de recolección de frutas de hace miles de años. Y otros que apuntan a que hombres y mujeres eligen el azul como su favorito por la importancia del cielo y las aguas. En ambos casos no hay evidencia científica.
Y a ti, ¿qué color te gusta para tu hija y tu hijo?