En estos días que se habla tanto acerca de algunas enfermedades con una alta propagación, quizás debiéramos prestar nuestra atención a también a otros males endémicos contra los que podemos luchar a nivel individual. Y es que según la OMS, la Organización Mundial de la Salud, la epidemia del siglo XXI no está muy lejos de nosotros, ya que es la obesidad.
Obesidad Infantil y Juvenil
Se ha presentado estos días un informe del Instituto Internacional de Estudios Sobre la Familia, de España, llamado «Obesidad Infantil y Juvenil», en el que se nos muestra que la familia y la supervisión pediátrica son los dos factores principales para luchar contra ella. Y es que la obesidad ya supone el quinto factor de riesgo de mortalidad en todo el mundo. Por ello el coordinador de dicho informe ha afirmado que lo mejor para luchar contra ella es prevenirla desde la infancia. Y como decíamos antes para ello resulta imprescindible el seguimiento que se realiza al niño por la familia y por su pediatra. En España y a pesar de la beneficiosa dieta mediterránea, la obesidad está llegando a alcanzar las cifras que existen en Estados Unidos, lo cual obviamente resulta muy preocupante.
Más vale prevenir…
El estudio muestra la importancia de la prevención durante los primeros años de vida, puesto que un 25% de los niños que han sido obesos en la edad prescolar lo serán también cuando alcancen la edad adulta. Pero si este sobrepeso se da a partir de los 6 años las posibilidades de mantenerlo el día de mañana suben hasta un 50%. Por eso desde el estudio se muestra la importancia de conseguir cambiar los hábitos de los niños, debiendo aumentar la ingesta de frutas y legumbres, y reduciendo la de grasas saturadas. Y por supuesto, se debe realizar deporte por lo menos una hora al día.
También es necesario que los padres procuren realizar como mínimo una comida diaria con sus hijos, que estos desayunen correctamente para no picar entre horas, no vean la tele a la hora de las comidas o disminuyan el tiempo que invierten en actividades sedentarias. Y cuando los padres no sean conscientes del aumento de peso excesivo de sus hijos, que intervenga el pediatra para poder corregirlo. De ahí la importancia de cumplir con las visitas establecidas. Esperemos que se mejore.