Está claro que las decisiones médicas, y más las relacionadas con niños y bebés, nunca se toman a la ligera, pero en ocasiones surgen dudas en torno a si siempre son las más adecuadas y sus consecuencias a largo plazo. Por ejemplo, según un estudio que se acaba de publicar en una revista médica, anestesiar a un bebé menor de un año puede perjudicar su memoria en su niñez y también en su edad adulta.
El estudio
En este estudio se ha comparado la memoria de dos grupos de 28 niños. En un grupo los menores habían recibido al menos una anestesia general antes del primer año de vida y en el otro, no. Durante 10 meses los pequeños, con una edad comprendida entre los 5 y los 11 años, fueron sometidos a distintas pruebas para ver cuantos detalles eran capaces de recordar de unos dibujos que se les mostraban. Se vio que no había diferencias en su inteligencia o comportamiento, pero los que habían recibido anestesia general mostraron unos resultados «significativamente más bajos» en su capacidad de memorizar. Y aunque como veíamos su inteligencia no se veía afectada, los investigadores apuntan que los déficits de memoria, por pequeños que sean, pueden tener como consecuencia una reducción en el aprendizaje de los niños. Eso sí, los niños que habían sido sometidos a más de una anestesia mostraron resultados parecidos a los que habían recibido una.
¿Demasiadas anestesias?
Ya se sabía que las anestesias pueden destruir células nerviosas y causar daños en el correcto funcionamiento de las sinapsis, las conexiones neuronales, pero hasta ahora no se sabía que podía afectar a la memoria, ya que no se había realizado ningún estudio con anterioridad. Lo que se va a intentar ver en próximas investigaciones es si es posible revertir estos problemas de memoria.
Uno de los autores comenta que estos resultados deberían llevar a plantearse si son necesarias todas las anestesias que se aplican a los bebés, ya que no solo se utilizan para operaciones quirúrgicas, sino también para someterles a diversas pruebas.
Esperemos que a la vista de este estudio, los bebés en su primer año de vida solo sean anestesiados si es estrictamente necesario.