Estoy aburrida, Yaya!!

Estoy aburrida, Yaya!! 2 enero, 2014

Sofi 1La verdad me impactó un montón, no porque fuera raro escuchar tal comentario en los críos, ya los había escuchado, lo que me impactó fue escucharlo de mi nieta, ya que ilusamente pensaba que ella era capaz de encontrar en su imaginación algunas ideas para “no aburrirse”. Enseguida la mire y le dije… “qué esperas que haga yo…?”. Entonces agregué “tú y yo tenemos que tener una conversación al respecto”.

Lo primero que aclaramos es que aburrirse o no aburrirse no dependía de nadie más que de ella; no podía,  ni debía, transferirle sus necesidades a los demás, por lo que el comentario que me había hecho a mí no tenía ningún sentido; ella debía hacerse responsable de “desaburrirse”.

Lo segundo es que no se necesita nada en especial para no aburrirse, es decir, la psp, tv, ordenador, etc. todo lo necesario está dentro de nosotros. Le dije…”piensa en algo interesante que te gustaría leer, escribir, dibujar o hacer y mira de hacerlo ahora, sin necesidad de salir a buscar o comprar nada… ah… y tú sola, yo te puedo dar alguna orientación, o dejarte algo que tenga por aquí… pero debes ser responsable de ti misma y tener ideas propias. Terminó uniendo varios folios y haciendo un gran mural con colores muy vivos que luego me regaló y yo pegué en el mural que tengo en la cocina de regalos de mis nietos.

Lo tercero es que a veces va bien, simplemente no hacer nada y pensar un poco en tus propias cosas, tu familia, tus amigos, el cole, alguien especial, etc. No necesariamente tienes que estar haciendo algo.

Finalicé mi conversación con ella acordando que esa expresión quedaba “abolida” de su vocabulario y que ella se espabilaría para no aburrirse.

No recuerdo haber escuchado nunca ese comentario de “me aburro” en ninguno de mis tres hijos, y eso que antes no habían tantos “centros de entretenimiento” como ahora; parece que mientras más cosas y juguetes tienen más se aburren. La época de la niñez de mis hijos era más de jugar en el patio con amigos; al parecer en este aspecto estamos involucionando, creo que nunca antes los niños se quejaban de éste mal común; hoy día mientras más “cosas y juguetes” tienen, más se aburren.

Los padres no somos bufones de los hijos y tampoco podemos vivir condicionados a ellos todo el tiempo; debemos enseñarles desde pequeños a ser independientes, tener iniciativa y sobre todo no sobre estimularlos de cosas grises como la tv, el ordenador, las consolas, etc. Pienso que los niños tienen una híper estimulación gris que lejos de desarrollar su ingenio y creatividad los satura, bloquea y poco a poco les anula la sensibilidad para disfrutar de las cosas simples que están a su alrededor como por ejemplo del contacto con la naturaleza, el desarrollo de su propio juguete o entretenimiento.

Si los niños aprenden a gestionar su tiempo y sus actividades, también estarán desarrollando una personalidad proactiva, con iniciativa y creatividad, hábitos muy importantes que les permitirán en un futuro gestionar su vida de manera autónoma y productiva, sin depender de nadie ni nada externo.

Seguramente a veces os habéis sorprendido con las actitudes, respuestas o preguntas de vuestros hijos en determinadas situaciones, esto es porque son capaces (según su edad) de pensar, reflexionar y concluir; poseen habilidades para afrontar y resolver situaciones nuevas con entusiasmo y dinamismo. Por eso pienso que si los padres antes los primeros ”me aburro” cortamos de raíz esa expresión y la sustituimos por  una conversación, haciéndoles saber que es su responsabilidad y no la nuestra y que no depende del último juguete de moda o videojuego, entonces ellos aprenderán rápidamente cómo resolver sus propios “problemas de: me aburro”… y creerme os entenderán perfectamente!!

Recuerdo que cuando mi hijo mayor tenía 3 años (ahora tiene 34) su abuelo paterno le compró un coche de juguete, de los más moderno y manipulable, se le abrían las puertas, encendían las luces, tenía una sirena, etc., mi hijo después de abrirlo resultó más interesado por la caja, con la cual terminó jugando y haciendo un castillo con cosas que tenía dispersas mientras los adultos estaban “embobados” de las maravillas del coche. En aquel momento pensé, que fácil es disfrutar y pasarlo bien para los niños; somos los adultos los que distorsionamos su sensibilidad y sentido de la diversión con cosas complejas a veces por encima de sus reales necesidades.

Desde mi humilde experiencia como madre de 3 y ahora abuela de 4 os digo padres, no os sintáis responsables de la diversión o no de vuestros hijos, permitirles descubrir el mundo que hay dentro de ellos y detrás de la simplicidad de las cosas; tampoco os sintáis obligados a participar en todos sus momentos, vosotros también tenéis vida y necesitáis momentos para descansar, estar solos, no hablar etc. Los hijos no son lo más importante, todos sois importantes como familia y todos necesitáis espacio y tiempo y unos no podéis estar a merced de los otros, no os esclavicéis en vuestra posición de padres, disfrutar los momentos de calidad y cantidad con vuestros hijos, y también reservar tiempo de calidad y cantidad para vosotros mismos. Así estaréis todos más satisfechos y nadie se aburrirá!

Ya para finalizar os digo que confirmé que mi conversación con mi nieta había dado el resultado que esperaba cuando su madre me dijo que ella había tenido la misma conversación con su hermana menor (4 años).

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