El mundo está cambiando y gracias a internet, la televisión y otros medios tecnológicos, todo está mucho más globalizado, sobretodo el futuro. Por eso, como padres, debemos estar más interesados en darles la posibilidad a nuestros hijos de que hablen otro idioma, para que, en el futuro, puedan tener más y mejores oportunidades que nosotros. ¿Y qué mejor idioma que el más hablado del mundo, el inglés?
La formación que deben recibir los niños respecto a los segundos idiomas debería ir más allá de la impartida de manera básica en la escuela. Si lo que queremos es que nuestros hijos tengan un dominio fluido del inglés es recomendable brindarle una enseñanza extraescolar, como academias, clases particulares, o lo más recomendado, cursos de inglés en Inglaterra como los que ofrece The English Studio Language School.
La mejor época para que un niño aprenda inglés u otro idioma desde pequeño se sitúa entre la etapa de primera infancia y los seis años, que es cuando se produce la asimilación de los idiomas en el habla y pueden interiorizarlos más rápido. Cuanto más pronto lo empiecen a aprender, mayor será su dominio, aunque sin embargo nunca es tarde para empezar. Al igual que cualquier adulto, si nuestro hijo ya ha crecido siempre puede aprender inglés si le brindamos la oportunidad y le apoyamos.
El aprendizaje de un idioma aparte de su lengua materna tiene múltiples beneficios para los niños, y que le acompañarán toda su vida. Uno de los más importantes es que tendrá más facilidad de absorber conocimientos lingüísticos y aprender otros idiomas en el futuro con un mayor dominio de los mismos, además de mejorar el uso y diversificación de la propia lengua materna. Otras de las ventajas que esto supondría podrían ser el desarrollo de la creatividad, mejor resolución de problemas, aumento de su confianza en comunicación y relaciones sociales, mayor tolerancia y respeto por las distintas culturas, etc.