Función final: Érase una vez el cuento al revés

Función final: Érase una vez el cuento al revés 1 mayo, 2013
Función final

¿Cómo estáis chic@s? Hoy quiero hablaros de algo que ya conocéis, el teatro del cole. Ya os hablé de ello en mi artículo “Una experiencia inolvidable”. En Función finalél, os contaba el procedimiento del cole con respecto al teatro, y también sobre las emociones que nos invaden a diario a lo largo de esta experiencia. Y lo más importante, lo que significa para mí y para mis hijos. Cada vez que les digo a mis peques que estoy preparando el teatro, se ponen locos de contentos. Les entra una impaciencia infinita porque llegue el día en que su mami, saldrá a escena.

Así que llegó la hora de reunir a los “actores”. Reconozco que tenía mis dudas, nunca había trabajado con estas mamás y no sabía quién iba llevar la voz cantante. Cosa que no me pasó con el grupo que con el que representé “Rodolfo Reno”, porque nos conocemos a la perfección, y sabemos cuál es el rol de cada una. Sabía que muchas de las mamás con las que iba a realizar la obra tienen alma de líder, y me preocupaba que hubiera enfrentamientos, pero no fue así. Todo lo contrario, esto no hizo que hubiera problemas, sino que hizo que sus ganas de trabajar y perfeccionar cada detalle se vieran reflejadas en una obra extraordinaria. Montse, monitora de aerobic durante veinte años, nos hizo unas coreografías chulísimas. Y Héctor, DJ en sus ratos libres, ejerció de técnico de sonido. Con esta ayuda no podía salir mal ¿verdad? Así que ¡Manos a la obra! Después de barajar varias posibilidades, nos decidimos por hacer la historia de Cenicienta, pero con un popurrí de personajes de Disney un tanto peculiar. El título: “Era se una vez, un cuento al revés”. Enanitos enormes, caperucita roja, el gato con botas enamorado de la ratita presumida, el capitán garfio y la madrastra pareja sorpresa, Mickey y Minnie como maestros de ceremonia en el baile final, y yo… Cenicientaaaaaa. No me lo podía creer, en el sorteo de los papeles, me vuelve a tocar un personaje hecho a mi medida. No podía hacerme más ilusión. Aunque en este caso, por ser un cuento al revés, Cenicienta es bastante más corpulenta que su príncipe Felipe. No puedo calcular el tiempo que estuvimos trabajando en la obra porque tuvimos muchísimas interrupciones, días festivos, vacaciones,… pero desde luego no fue poco. Como siempre, fue un verdadero esfuerzo. La ropa sin planchar se acumulaba, la casa no estaba tan limpia como nos gustaría, y mil cosas más … La falta de tiempo y descanso se iba dejando notar entre las mamás, pero yo estaba tranquila, porque mi experiencia me decía que la recompensa estaba por llegar.

Desde luego, a estas alturas, después de cuatro obras representadas, puedo decir con claridad que el teatro es una de las mejores cosas que me han pasado últimamente. Siempre he tenido mucha imaginación y poder interpretar un personaje, y ser otra persona durante un rato es algo que me hace disfrutar tremendamente. Y ya sabéis lo que yo pienso sobre lo importante que es colaborar en el cole y pasar el mayor tiempo posible con los nuestros hijos, así que como sobre mí lo sabéis todo, vamos a preguntarle al resto de las mamás de esta obra lo que ha significado para ellas. Me muero de ganas por saberlo…

“Que sensaciones voy a describir que no se hayan explicado ya, como mama primeriza en obras  de teatro, las ganas eran inmensas, pero actuaba en mi contra, el pánico escénico. Amigas mías que habían participado ya en anteriores representaciones de teatro, me explicaban lo diferentes que eran las expresiones de las caras de los niños de los distintos cursos, y como se desprendía la inocencia y  comenzaba la interacción. Pero lo comprobé por mí misma…Yo era minie…( Y pocahontas mal caracterizada) y qué emoción cuando los peques de primero de infantil se quedaban perplejos contemplándonos  sin pestañear, y creyendo que de verdad …yo era minie!!!….  Los de segundo ya miraban, sonreían, se contoneaban con la música y y algunos aplaudían… Un gustazo… Y cuando ya salieron los de tercero( donde estaba mi mayor admiradora) eso fue una bomba… Chillaban cuando en el baile, nos acercábamos a ellos y alguna profesora le tocaba moderar el alboroto…que disfrute.. Qué descarga de adrenalina… Qué satisfacción…  Qué emoción ver que  Ninguno de los asistentes  me tuvo en cuenta equivocarme en los pasos de baile y seguro que  hubiesen deseado volver a ver la obra… Como hace mi hija todas las tardes.

En fin… Solo espero que cuando mi peque de 20 meses vaya al cole, yo pueda representar otra obra y volver a experimentar esas sensaciones  inolvidables… Esas sensaciones que hicieron que alguna lagrimilla soltara y que solo pueden proporcionar los peques de la casa”

Rosa Sanchez.

Rosa ha sido una valiente dedicando estas palabras para mi artículo, pero no me quiero olvidar de todas las mamás que han formado esta obra: Violeta Corella, Paula Palomares, Celia Gil, Monserrat Pérez, Carmina Castañ, Grisel Murillo, Fina Parra,  Yoli Prieto y mi super príncipe … Loredana Frigea. Y quiero hacer una mención muy especial a Héctor Ramos, que sin su ayuda con la banda sonora, la obra no hubiese sido tan espectacular ¡Muchas gracias Héctor!

Mil besos corazones

Angélica Alvarez

Mamá de Fresa (www.facebook.com/MamaDeFresa)

 

 

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