Lo sospechábamos pero ahora, ya, nos lo han confirmado desde la revista “Scientific American”, resulta que es oficial que la maternidad nos hace más inteligentes, algo que históricamente ha sido un secreto a voces… las mamás siempre han sido las más listas de la casa, las que mejor se organizaban,las que trabajaban fuera y dentro de casa, las que aunaban mimos y disciplina,…
Durante la maternidad, el embarazo y la lactancia se producen toda una serie de cambios en los comportamientos de las futuras o recientes mamás. Las mujeres que hasta ahora solo eran mujeres (casi nada…) pasan a ser mujeres y madres y por ello nos volvemos más protectoras y más listas a la hora de buscar, localizar y conseguir los cuidados necesarios para nuestros pequeños, nos mueve el instinto de supervivencia y contra eso no hay discusión posible.
Los científicos han encontrado una explicación lógica a estos cambios de conducta que se producen en la maternidad, es evidente que las hormonas se vuelven “locas”, bueno pues resulta que estas fluctuaciones, estas subidas y bajadas aparentemente descontroladas generan una nueva reordenación cerebral incrementando incluso el tamaño de nuestras neuronas en algunas regiones cerebrales y produciendo importantes cambios estructurales en otras zonas. Increíble pero… demostrado científicamente.
Algunos de estos sitios que se modifican están directamente implicados en la regulación de estos nuevos comportamientos maternales, básicamente, en la capacidad de protección de nuestros hijos frente a los posibles depredadores (los depredadores modernos podrían ser: enfermedades, dolencias, accidentes,…) y estos avances son ya permanentes hasta la vejez. O sea que aquello de “madre no hay más que una” y de que “se es madre para toda la vida” ya son verdades científicamente probadas.