Meses y meses esperando las vacaciones de verano y cuando llevan pocas semanas parecen aburridos frente a la televisión sin saber muy bien qué hacer con tanto tiempo libre.
Algunos psicólogos defienden que hay que dejar que los niños tengan momentos de aburrimiento porque de esta forma desarrollan la creatividad y para que perfilen sus propias inquietudes y aficiones.
Además, después de un curso escolar con una apretada agenda en la que cada momento del día está muy definido lo que hay que hacer y con muchas actividades a realizar, las vacaciones son un cambio radical para los niños.
El verano, con tanto tiempo libre, se convierte en algo necesario para que los niños aprendan a gestionar su tiempo libre de forma autónoma. Pero, como en todo, necesitan ser educados.
Combatir el aburrimiento de tus hijos
En esos momentos de aburrimiento generalmente es la apatía la que les impide empezar una actividad nueva, así que hay que intentar empujarlos a realizar actividades diferentes a las que normalmente hacen, que quizás puedan despertarles interés.
Los psicólogos hablan de que, a veces, la motivación por lo nuevo a los niños les dura, aproximadamente, tres meses. Justo el tiempo que dura el verano ¿qué te parece que tus hijos recuerden “aquel verano en que aprendí a coser? ¿o en el que aprendí a hacer helados? ¿o en el que aprendí a tocar la guitarra? ¿o a dibujar? ¿o en el que jugábamos toda la familia al Sing Star o a….? Si aprovechas el aburrimiento de tus hijos puedes fomentar su creatividad y hacer que su verano sea diferente.
¡Ya he jugado a todo!
Parece que los juguetes les duren cinco minutos y en seguida se cansen de ellos, esto puede desesperar a muchos padres. Quizás, como afirman algunos psicólogos si la necesidad agudiza el ingenio, la abundancia lo entorpece. Si les proponemos actividades no tan masticadas es posible que la emoción y el interés les duren más. Por ejemplo si les gusta jugar con las muñecas, pueden, primero, construirse la casita de las muñecas o una cuna con cajas de cartón. Incluso, con un poco de ayuda, coser alguna ropita. O si les gusta pintar puedes regalarles para el verano acuarelas para que aprendan nuevas formas de pintura.
El aburrimiento puede ser bueno para tus hijos, pero demasiados ratos ociosos pueden hacerles caer en una apatía generalizada, por eso es importante enseñarles a gestionar el tiempo. La clave es buscar actividades que a ellos les motiven. En cualquier caso, como para todo hay que enseñarles a utilizar su tiempo.
Para empezar…
– Una buena forma de ayudarles es poniéndoles un horario flexible de verano: Si tienen deberes lo ideal es que. Si tienen deberes lo ideal es que entre los dos acordéis un horario para que se siente a hacer los ejercicios, y así el resto del día puede olvidarse por completo.
– Es importante también que sepan que hay unos momentos limitados para ver la televisión o jugar al ordenador: así evitarás que se pasen las horas muertas delante de la pantalla sumidos es una apatía generalizada y evitar que se dejen llevar por lo fácil.